

· ESGUINCE CERVICAL

SÍNTOMAS:
Dolor de cuello desde la base del cráneo hasta la unión cérvico-torácica, frecuentemente acompañado de contractura paravertebral y de los músculos trapecios.
El dolor empeora con el movimiento y se puede acompañar de mareos y dolores de cabeza en la zona occipital.Suele limitarse la extensión y los giros cervicales, así como la inclinación lateral.
En el caso de que el dolor se irradie a las extremidades superiores, al realizar giros o lateralizaciones (maniobras de Spurling y Jackson), sobre todo si se acompaña de sensación de hormigueo en alguna zona de las extremidades superiores, debe descartarse la afectación de alguna raíz nerviosa.
GRAVEDAD:
Se suele sufrir irritabilidad, fatiga, mareos, dificultad para dormir y para concentrarse (el denominado “síndrome post-traumático cervical”), por lo que puede producir incapacidad laboral.
Aunque la mayoría se resuelve en las primeras 4 ó 6 semanas y no suelen quedar secuelas después de 6 a 12 meses, en ocasiones los síntomas persisten, sobre todo si existe patología degenerativa previa.
Cuando se afecta alguna raíz nerviosa el dolor es mayor y la recuperación más compleja.
DIAGNÓSTICO:
Es necesario en primer lugar descartar lesiones inestables y disfunción neurológica.
Si se sospecha lesión ósea es necesario realizar radiografías de columna cervical y de apófisis odontoides.
Es muy frecuente que la curvatura normal de la columna cervical (lordosis) se encuentre rectificada.
Si se sospecha atrapamiento de raíz cervical por una hernia discal debe realizarse una Resonancia magnética para su diagnóstico.
TRATAMIENTO:
Además de las medidas físicas como el calor seco local o el collarín blando (que no debe mantenerse más allá de la segunda semana), el empelo de analgésicos y relajantes musculares alivia los síntomas.
El tratamiento suele ser fisioterápico con masajes, tracciones cervicales y ultrasonido.
En ocasiones es preciso realizar tratamientos más agresivos para el tratamiento de lesiones resistentes al tratamiento conservador (como rizolisis por radiofrecuencia en síndromes facetarios) o lesiones discales que producen empeoramiento progresivo de los síntomas, sobre todo si está atrapada alguna raíz nerviosa.
· HERNIA DE DISCO LUMBAR (LUMBOCIÁTICA)
Se debe a la irritación de una raíz nerviosa por el contenido de un disco intervertebral que se ha salido de su posición normal (herniado).
Los discos intervertebrales están compuestos por una parte central gelatinosa rodeada por una parte periférica más fuerte (anillo fibroso), y sirven para soportar las fuerzas de compresión sobre la columna y para estabilizarla cuando la flexionamos al agacharnos o cargamos peso.
Cuando el anillo fibroso se rompe debido a una sobrecarga, su contenido gelatinoso puede salir al conducto raquídeo lumbar, irritando o comprimiendo una raíz nerviosa (lo más frecuente la L5 o la S1).
SÍNTOMAS:
Suele producir dolor en la zona lumbar que se irradia a una o las dos extremidades inferiores, y se puede acompañar de adormecimiento o debilidad en las mismas.
El dolor se suele localizar en la zona lateral o posterior del muslo y pierna y puede llegar hasta el pie.
El inicio suele ser brusco, y aumenta al sentarse al caminar, al estar de pie y al toser, estornudar o hacer esfuerzos.
DIAGNÓSTICO:
Las características del dolor en la exploración (recorrido del mismo, maniobras que lo provocan, reflejos osteotendinosos debilitados, pérdida de fuerza para determinados movimientos… ) ayudan al clínico a sospechar la zona afectada y hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías.
Además, la Resonancia Magnética suele ser útil para completar el diagnóstico (las radiografías simples suelen ser normales o puede apreciarse una modificación de la curvatura de la columna debido a la contractura muscular denominada “rectificación”).
GRAVEDAD:
Es una dolencia muy frecuente y afecta a gran parte de la población, pero casi siempre se resuelve en menos de 6 semanas.
Aproximadamente un 20 o 25 % tiene síntomas que persisten en el tiempo, y sólo un pequeño porcentaje de los mismos requieren tratamiento quirúrgico.
En los casos graves puede producirse pérdida motora permanente, déficit sensitivo o incontinencia urinaria debido a las compresiones nerviosas.
TRATAMIENTO:
Inicialmente se recomienda el reposo en cama ( de uno a 5 días) y el alivio del dolor con anti-inflamatorios no esteroideos o fármacos específicos para el dolor neuropático, corticoides, relajantes musculares, calor local.
También es útil el empleo de ortesis lumbo-sacras.
Después se suele seguir un tratamiento fisioterápico para resolver la contractura muscular paraverterbal y recuperar la curvatura normal de la columna (lordosis fisiológica).
En ocasiones es útil el empleo de Ozono en el disco dañado o su tratamiento por radiofecuencia, y en casos resistentes es necesaria la descompresión quirúrgica.