“ La Selección Natural favorece la supervivencia, NO la felicidad”

-No sé quién lo dijo, pero estoy de acuerdo.

 

Imagina.

Hace 10000 años.

Estás en el Holoceno, y está terminando la última glaciación.

Has salido de la cueva y estás dando una vuelta por el campo, disfrutando del paseo, oliendo flores y comiendo moras, parando de vez en cuando para despiojar pacientemente a tu niño, cuando, de repente…

Se mueve un arbusto.

Tus niveles de estrés se disparan. ¿Será un lobo?

La sangre bombea hacia tus músculos, tu corazón late desbocado. Te preparas para luchar o huir. Pero…

Sale un animalillo asustadizo de los arbustos y echa a correr. Sólo era un conejo.

Qué alivio.

Le lanzas una piedra con rabia por el susto que te ha dado y ya de paso a ver si lo cazas, y vuelves a pasear.

Pero, ¿y si hubiera sido un lobo? Entonces hubieras estado preparado y podrías haber sobrevivido.

Pues es este el mecanismo evolutivo el que nos ha permitido sobrevivir y evolucionar como especie y es el culpable de que NO SEAS FELIZ.

Porque no estamos programados genéticamente para ser felices, sino para ser miedosos y poder reproducirnos y tener cachorrillos miedosos que tienen más posibilidades de sobrevivir que los descuidados.

Es por eso que le das más importancia a los incentivos negativos que a los incentivos positivos.

Es por eso que te duele más perder 100 euros que alegría te da ganar 200 (a menos que vivas en Las Vegas y seas ludópata, claro).

Es pro eso que una opinión negativa sobre ti de la vecina o en redes sociales pueda amargarte el día.

Sabes de lo que te hablo, ¿verdad?

Sería mejor que fuéramos más racionales y dar así a cada cosa su valor.

Y valorar tu precioso vestido aunque tenga una mancha.

Y darte cuenta de que quieres a tu marido, que es un buen hombre, aunque ronque como un gorrino en una matanza.

Y disfrutar de tu coche aunque tenga ese abollón que le hiciste en el garaje y que tanto te irrita.

Valorar todo lo que tienes en la vida, a lo que te has acostumbrado por esa adaptación hedonista que hace que al poco de tenerlo  te canses de lo que tanto deseabas y enseguida desees ya otra cosa.

A veces tengo que parar un momento del ritmo frenético de mi vida para dar gracias.

Gracias por seguir vivo.

Y abrir mi mente a nuevos estímulos, porque cuanto más estímulos conectemos en nuestra red de conocimiento, nuestra sabiduría y nuestra inteligencia serán mayores.

Porque también estamos programados para la aventura, por eso salimos de África hace cien mil años y caminamos los continentes, luego el mar, después el cielo y anhelamos ir al espacio.

Así que el objetivo que te propongo hoy es que te relajes diez minutos antes de dormir, que te llenes de agradecimiento y que  abras tu mente, joven.

 

Recomendación:

¨Los Croods”. ( Peli para todos los públicos)

 

 

Y Dios creó a las partículas subatómicas, y las juntó para crear los átomos, y juntó los átomos para formar granitos de arena.

E hizo Dios vibrar a las partículas dentro de los átomos, que oscilaban y vibraban como las  cuerdas de una guitarra, y así Dios creó la música.

Y Dios juntó los granitos de arena para formar planetas, y con la luz hizo las estrellas, y con todo un Universo que se expandía, creando el Tiempo.

Y en un grano de arena cabían más átomos que granitos de arena había en una playa.

¡Y había más estrellas que átomos de arena en una playa!

Y vio Dios que todo era hermoso.

Y vio Dios que todo era bueno.

Y juntando los átomos en moléculas formó Dios las millones de formas que componen el Universo.

Y cogió Dios su átomo favorito: el de Carbono, por las combinaciones tan chulas que podía hacer con él, y jugando formó una molécula que podía reproducirse a su vez en otra molécula, y esta en otra, y así sucesivamente… y así creó la VIDA.

Y vio Dios que todo era hermoso. Y vio Dios que todo era bueno…

E inventó Dios otro juego sin nombre, que luego se llamaría el de la “selección natural”, que iba moldeando la vida según se adaptaba en armonía con el entorno, formándose plantas y animales de muchas formas y colores, que iban cambiando sus formas y colores y los que mejor bailaban con el entorno se reproducían en más bichillos que volvían a intentar estar en armonía en el resto de la Naturaleza.

Y vio Dios que todo era hermoso. Y vio Dios que todo era bueno…

Y un tiempo después…

(Bueno, para Dios no hay antes ni después, porque todo sucede a la vez)

Bueno, que en jugando y jugando salió una especie de monillo pelado muy gracioso en un  planeta azul, en donde ganó el juago de la Selección Natural.

El monillo pelado era muy gracioso, y se llamó a sí mismo SER HUMANO.

Y este monillo pelado, como otros mamíferos vertebrados parecidos, tenía dos sexos: femenino y masculino, como reflejo de la dualidad de furezas del Universo: el Yin (la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción) y el Yang (el cielo, la luz, la actividad y la penetración).

Y vio Dios que todo era hermoso. Y vio Dios que todo era bueno…

Y lo más gracioso del monillo pelado era su curiosidad y su imaginación, y su capacidad para crear ideas que se transmitían entre monillos pelados que no se conocían.

Y entonces los monillos, conectando las ideas que se les ocurrían a unos y a otros, creó la Ciencia y el Arte.

Y tal era la imaginación del monillo que hasta en una ocasión se creyó el Centro de la Creación.

Hahahaha

Rio Dios

Hahahaha

Y a través de la Ciencia el monillo pelado comprendió cómo las Células Madre se transforman y juegan con otras células para regenerar los tejidos y poder curarse de enfermedades y lesiones.

(Bueno, primero el monillo tuvo que inventar la palabra “Madre”, que es uno de los sonidos más hermosos que se han escuchado en el Universo).

Y vio Dios que todo era hermoso. Y vio Dios que todo era bueno…

Y los monillos pelados Traumatólogos, que al principio eran muy, muy brutos (algunos ni siquera estaban pelados y se parecían a sus primos los macacos) desarrollaron técnicas para curar a otros monillos pelados y hacer que otros de sus congéneres estuvieran sanos y felices corriendo, saltando, y cuidando de sus cachorrillos.

Y otros aprendieron a leer con la Genética lo que estaba escrito en cada una de sus células.

Y por fin pudo comprender el monillo pelado con la Fïsica la música del Universo en la dualidad partícula-onda.

Y pronto consiguió hacer una computadora cuántica que resolvía cálculos casi infitinitos en décimas de segundos, y consiguió la Ventaja Cuántica, y después la Supremacía Cuántica.

Y pudo unir muchos conocimientos de Física Cuántica y Biología y pudo comprender, y aplicar, la Actualización Epigenética y entonces…

 

Continuará…