“La Medicina sólo es una especialidad de la Veterinaria”
-Dr Luis Gallego
Bueno, que yo no soy veterinario.
El caso es que en Ciencia, es importante determinar qué resultado beneficioso real tiene una medicina o un tratamiento eliminando el “efecto placebo”.
El efecto placebo es eso de que te curas porque crees que vas a curarte, por la convicción y la sugestión de que estás seguro de que te curas, y es muy potente.
Por eso es importante adoptar una actitud positiva en los procesos de recuperación.
El poder de la mente es maravilloso.
Si tu niño llora porque se ha dado un golpe y le dices “cura, sana, carita de rana” y le das un besito, se convence de que se cura y en seguida desaparece el dolor.
A muchos pacientes hipocondriacos hiperdemandantes se les dan placebos (agua con azúcar, por ejemplo, o inyecciones de suero) y en seguida notan la mejoría porque creen que han tomado una medicina.
No lo pruebes con tu perro. No funciona.
Por eso es importante demostrar que una medicina que se saca al mercado tiene un efecto “real” más allá del efecto placebo.
Si a una persona se le sugestiona puede llegar a andar sobre brasas ardientes sin sentir dolor.
Todos hemos visto esto.
Bueno, pues prueba a convencer a un perro de que puede andar sobre las brasas sin quemarse, a ver qué te dice.
Con los perros el efecto placebo no funciona.
Con los caballos de carreras tampoco.
Y hay tratamientos de Medicina Regenerativa que están prohibidos aplicarlos en caballos de carreras antes de la competición, como las ondas de choque y la infiltración con citoquinas.
Porque son eficaces, y el caballo corre más, y gana.
El caballo no gana porque esté convencido de que va a ganar, sino que gana porque los tratamientos son eficaces.
Y esto se considera “doping” animal, aunque es beneficioso para él.
Pero, ya se sabe, hay mucho dinero en juego en las carreras de caballos, y esto supone una ventaja que no se acepta (a menos que el mafioso de turno diga otra cosa).
Con los perros pasa algo parecido:
Se han demostrado mejorías en la artrosis de cadera, rodilla y codos en perros con infiltraciones de células madre con factores de crecimiento.
Vaya, que los perros dejan de cojear, crean o no en las terapias regenerativas.
Así que al próximo que me dude de la eficacia de los tratamientos con ortobiológicos nos apostamos unas cervezas y le mando la bibliografía de los estudios.
No, a tu perro no lo puedo infiltrar yo, que no soy veterinario.
A tu suegra o a tu madre sí, verás cómo mejoran.
Verás: soy cirujano ortopédico.
Infiltro y trato lesiones degenerativas y deportivas gracias a los avances en tecnología médica en productos biológicos regenerativos. Hago artroscopias y cirugías mínimamente invasivas, y cirugías grandes como reconstrucciones y prótesis si es necesario.
Esto es lo que puedes esperar de mí.
También sé hacer muy bien otras cosas, pero no de forma profesional.
Este es un mensaje que quiero que se entienda muy bien, para evitar malentendidos.
A ver, a ver:
-Si lo que quieres es un informe muy, muy completo porque estás muy malito y no puedes trabajar y quieres que te den la baja o la incapacidad para siempre, mejor busca un perito.
Un “perrito” no, un “perito”.
El que hace los informes.
Yo hace tiempo que ya no hago esas cosas porque no me hacía feliz.
Así que no hago informes.
-Si te sientes muy triste, no vengas a buscar consuelo.
Que sí, que te lo voy a intentar dar, pero sería mejor ir a un psicólogo o a un cura, que saben escuchar y comprenden los recovecos del alma humana.
También puedes comprarte un perrito.
O échate un novio nuevo.
Yo sólo arreglo el cuerpo (a veces).
-Si te mareas, aunque haya sido después de un golpe… necesitas un neurólogo.
-Si te pitan los oídos, o ves luces de colores, necesitas un otorrino o un oftalmólogo.
-Si notas que se te “salen las tripas” cuando toses, tampoco te lo voy a arreglar yo.
-Si te crecen mal las uñas de los pies, yo iría a un podólogo.
-Si notas que cuando hablas con Dios , Él te responde,… bueno. No sabría que decirte. Yo iría a un cura o a un psiquiatra, o mejor a un cura psiquiatra.
Bueno, pues todas estas consultas me las han hecho en los últimos meses.
En serio.
Y alguno ha vuelto por lo mismo (el de las luces de colores, un saludo)
Lo más importante para mí es mi Familia, y después mis pacientes.
No te puedes imaginar lo triste e impotente que me siento cuando me llega un paciente que sé que no podré solucionar, ni siquiera diagnosticar.